Yoga

Yoga significa UNIÓN, la unión del cuerpo, la mente y el espíritu. En esta época tan agitada, el yoga nos permite anclarnos en un ámbito más tranquilo, para que podamos vivir en este mundo moderno de tecnología sin perder la conexión con nuestro SER, nuestra esencia divina.

Sus raíces arraigan hace más de 4.000 mil años en el sur de Asia y ha ido creciendo hasta desarrollar numerosas ramas. El yoga es meditación y filosofía, salmodia (cantos de salmos) y respiración rítmica, profunda y curación a través del ejercicio.

Encierra la promesa de mantenernos centrados en medio de la agitación y de la confusión. Siendo su propósito fundamental integrar todos los planos de la vida: el ambiental, el físico, el emocional, el psicológico y el espiritual.

En la vida de cada individuo la búsqueda incesante de amor, de éxito, de cambios y de felicidad es prueba de esa percepción fundamental de una realidad que sentimos pero que no podemos alcanzar.

Uno de los pensamientos fundamentales del yoga es: "Cosechamos los que sembramos". "Con lo que hacemos y pensamos en el presente vamos modelando nuestro futuro".

En el yoga hay cuatro sendas principales: karma yoga, bhakti yoga, jnana yoga y raja yoga. Cada una de ellas se acomoda a diferentes temperamentos o maneras de encarar la vida. Todas conducen, en última instancia al mismo objetivo; la unión con Dios, es necesario integrar las enseñanzas de cada una de ellas si se ha de alcanzar la auténtica sabiduría.

Así también, el yoga encierra cinco principios que son:

1.- La relajación.
2.- El ejercicio.
3.- La respiración.
4.- La dieta sana.
5.- El pensamiento positivo y la meditación.

Vivir con la mente y el cuerpo relajados es nuestro estado natural, un derecho que por nacimiento nos corresponde, pero el ritmo de vida que llevamos ha hecho que lo olvidemos. Quienes todavía conservan el arte de la relajación, poseen la clave de la buena salud, la vitalidad y la paz interior, siendo la relajación un tónico para el individuo, capaz de generar grandes cantidades de energía.

El ejercicio es fundamental para liberar las tensiones de los músculos y activar el funcionamiento de los mismos junto con los huesos, articulaciones y ligamentos, fortaleciendo la estructura músculo-esquelética la cual nos sostiene.

La correcta respiración es determinante para lograr la relajación, se recomienda una respiración lenta y profunda, lo que se conoce como respiración abdominal.

La correcta alimentación es fundamental, para mantener el cuerpo sano, la mayoría de las personas creen que es obligatorio ser vegetariano para practicar yoga, sin embargo no es así. Una persona que come carne también puede practicar yoga. Lo esencial es tener una dieta sana, libre de sustancias conservantes, edulcorantes, preferiblemente sin enlatados, sin embutidos, sin encurtidos, sin azúcares refinados, ya que agregan muchas sustancias que se vuelven toxinas en el organismo y disminuyen la energía en el individuo.

El pensamiento positivo y la meditación forman parte importante en el proceso de estructurar una vida cotidiana beneficiosa y saludable, el secreto radica en usar el pensamiento para el beneficio del individuo, generando cambios de actitud para el bienestar.

La meditación te lleva a enfocar el pensamiento en un punto de observación, un mantra, o el sonido de la respiración, aquietando el bombardeo de pensamientos que nos alejan de un estado de quietud y paz interior tan importante y necesario en estos días de agitado coexistir.

El punto central de todas las prácticas de yoga es el movimiento del prana: la fuerza vital o energía vital. El prana se encuentra en la materia pero no es la materia, se encuentra en el aire pero no es el oxígeno. Es una forma sutil de energía que es transportada por el aire, el agua, los alimentos y la luz solar, siendo ella la que anima todas las fuerzas materiales.