miércoles, 2 de septiembre de 2009

Musicoterapia


La música se ha utilizado como herramienta terapéutica desde la existencia de la vida humana, las culturas dependiendo de su origen han realizado diversas manifestaciones para enaltecer y realizar curaciones. Esto, independientemente de la tribu y su ubicación geográfica en el globo terráqueo. Bien sea, los indios americanos, los Incas, Aztecas, Mayas, Aborígenes Australianos o los chamanes Yanomamis del Amazonas Las culturas indígenas, a través de sus ritos, personalizados por los chamanes utilizan la música de los tambores, el canto del chamán, su danza, al ritmo de la percusión, generada, bien sea por el tambor, o la maraca que algunos manejan, como un factor fundamental, en el proceso de sanación de un enfermo.

Por otra parte algunos autores consideran a Pitágoras, filósofo y matemático griego, que vivió entre 580 el 500 A.C como "el padrino de la medicina por el sonido." Por considerarle, precursor al analizar el uso de la música como técnica curativa en su época. En este mismo orden de idea, estudiaba detalladamente los sonidos emitidos por su lira, desarrollando así nuevas técnicas sobre la armonía.

En ese momento, comienza a plantearse tres elementos fundamentales de la aplicación terapéutica de la música:

1.- La naturaleza del trastorno a tratar.
2.- Las preferencias musicales del paciente.
3.- La relación entre el terapeuta y el enfermo.

En Ibero América, es importante resaltar el desarrollo generado en Argentina, en esta área. En 1948, María Y. Nardemi, integró su trabajo musical, a un equipo médico de rehabilitación. A partir de este, momento se toma muy seriamente, la efectividad de la música, como herramienta terapéutica en los centros de salud, comenzando a difundir su uso.

En Venezuela, viene a ser una disciplina relativamente nueva, por tomársele la debida atención a finales del siglo XX, considerándose, como un agente colaborador en los procesos de sanación del paciente.

Sumado ha esto la musicoterapia tiene dos vías terapéuticas:

1.- El Método receptivo: donde el paciente escucha la música adecuada para su patología ejerciendo su efecto de sanación.

2.- El Método Activo: donde la persona se integra activamente en el proceso curativo, haciendo música, bien sea cantando o tocando un instrumento musical. Sin tener en cuenta conocimientos musicales previos del paciente. La intención, es permitir la expresión espontánea del individuo, de manera divertida para soltar posturas rígidas y liberarse de las cadenas.

Este tipo de trabajo, se realiza frecuentemente con pacientes psiquiátricos, con presencia de patologías tales como: psicosis, drogadicción, personas autistas, con dificultades de aprendizaje, retardo mental, entre otros.

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