jueves, 31 de diciembre de 2009

Oración de Navidad



Señor, Dios, dueño del tiempo y de la eternidad,
tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro.
Al terminar este año quiero darte gracias
por todo aquello que recibí de TI.

Gracias por la vida y el amor, por las flores,
el aire y el sol, por la alegría y el dolor, por cuanto
fue posible y por lo que no pudo ser.
Te ofrezco cuanto hice en este año, el trabajo que
pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos
y lo que con ellas pude construir.

Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé,
las amistades nuevas y los antiguos amores,
los más cercanos a mí y los que estén más lejos,
los que me dieron su mano y aquellos a los que pude ayudar,
con los que compartí la vida, el trabajo,
el dolor y la alegría.

Pero también, Señor hoy quiero pedirte perdón,
perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado,
por la palabra inútil y el amor desperdiciado.
Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho,
y perdón por vivir sin entusiasmo.

También por la oración que poco a poco fui aplazando
y que hasta ahora vengo a presentarte.
Por todos mis olvidos, descuidos y silencios
nuevamente te pido perdón.

En los próximos días iniciaremos un nuevo año
y detengo mi vida ante el nuevo calendario
aún sin estrenar y te presento estos días
que sólo TÚ sabes si llegaré a vivirlos.

Hoy te pido para mí y los míos la paz y la alegría,
la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría.

Quiero vivir cada día con optimismo y bondad
llevando a todas partes un corazón lleno
de comprensión y paz.

Cierra Tú mis oídos a toda falsedad y mis labios
a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes.

Abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno
que mi espíritu se llene sólo de bendiciones
y las derrame a mi paso.

Cólmame de bondad y de alegría para que,
cuantos conviven conmigo o se acerquen a mí
encuentren en mi vida un poquito de TI.

Danos un año feliz y enséñanos
a repartir felicidad . Amén

jueves, 24 de diciembre de 2009

Felices Navidades


La Navidad es por un lado una celebración religiosa, pero también es la época del año, en que dejamos un poco de lado las preocupaciones cotidianas, para reavivar el espíritu de solidaridad, de renacer en las buenas acciones, y hacer llegar a nuestros amigos, familiares y conocidos, nuestros mejores deseos.

Pero con la prisa del día a día, expresar los mejores deseos se vuelve a veces un monótono repetir la misma frase de "Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo", que no refleja el verdadero espíritu de la época y lo que sentimos en nuestros corazones.


Felices Navidades les desea Centro Místico Horus.

sábado, 5 de diciembre de 2009

La Reconexión


El Doctor Eric Pearl ha suscitado el interés de los médicos y de los investigadores más importantes en todo el mundo incluyendo a un hospital de los más importantes de los Estados Unidos, a un instituto de ayuda psicológica de primer nivel para las víctimas de catástrofes, a un centro de asistencia para las heridas en la columna vertebral y a una escuela de medicina universitaria. Fue invitado a hablar en Las Naciones Unidas. Ha presentado una audiencia que llenó el Madison Square Garden en la ciudad Nueva York, y sus seminarios han sido destacados en varias publicaciones incluyendo The New York Times.

Durante los años 1980 y 1990, Eric Pearl, poseedor de un doctorado en Quiropráctica en el Cleveland Chiropractic College de Los Angeles, dirigía uno de los centros más importantes en Quiropráctica en esta región. En el mes de Agosto de 1993, descubrió que poseía un “don” inusitado. Después de 12 años de práctica tradicional, se transformó repentinamente en un instrumento de curación de otro tipo: el canal a través del cual la sanación fluye. Un buen día en que sus pacientes comenzaron a explicar que sentían el tacto de sus manos sin que él los estuviera tocando. Durante los siguientes dos meses, las palmas de las manos del Dr. Pearl sangraron y desarrollaron ampollas sin causa aparente. Sus pacientes pronto manifestaron también haber visto ángeles y recibieron sanaciones milagrosas de enfermedades tan graves como: canceres, enfermedades relacionadas con el SIDA, Síndrome de Fatiga Crónica, defectos de nacimiento, Parálisis Cerebral y otras. Todo esto ocurría simplemente cuando Eric ponía sus manos cerca de ellos. Y sigue sucediendo hasta el día de hoy.

Gradualmente ha ido dejando la quiropráctica como tal, ya que sus actividades (seminarios y consultas) han transformado el instrumento de su “don”, a través del cual, ayuda a la gente con enfermedades de todo tipo como los tumores malignos, enfermedades relacionadas con el SIDA, el síndrome de la fatiga crónica, las malformaciones de nacimiento y la deformidad de los huesos.

Llamado también el “Quiropráctico de las Estrellas” ha adquirido el estatus de doctor brillante y muy popular. El hecho de haber estudiado con maestros como el Dr. Virgil Chrane y el Doctor Carl Cleveland, ha permitido que el Dr. Pearl sea uno de los pocos terapeutas, que a la quiropráctica tradicional le haya incorporado técnicas originales procedentes de una antigua tradición que ha resucitado del olvido.

Tanto a nivel informal como clínico, los pacientes (¡y los médicos!) han sido testigos de sanaciones que se producían cuando Eric colocaba simplemente sus manos cerca de ellos.

Las sanaciónes de sus pacientes se han documentado en seis libros hasta la fecha, incluyendo su propio ejemplar internacional mejor vendido, conocido como La Reconexión: Sana Otros, Sánate a ti Mismo, pronto en su 27ª lengua.

La Sanación Reconectiva es una forma de sanación que está en nuestro planeta por vez primera. Nos reconecta con la plenitud del universo y a la vez con la plenitud del Ser que somos. Se cree que esto sucede gracias – no tan solo a una nueva gama de frecuencias sanadoras – sino, probablemente, gracias a un ancho de banda totalmente nuevo cuya realidad se ha podido demostrar claramente tanto en la práctica como en laboratorios científicos.

La Reconexión es el proceso de reconexión con el universo, que permite que suceda La Sanación Reconectiva. Estas sanaciones y frecuencias evolutivas pertenecen a un nuevo ancho de banda y nos llegan a través de un espectro de luz e información. Gracias a La Reconexión somos capaces de interactuar con estos nuevos niveles de luz e información, y gracias a ellos podemos reconectarnos. Esto es algo nuevo, diferente, real – y puede ser desarrollado en cada uno de nosotros.

Satori


Satori es un término japonés que designa la iluminación en el budismo zen.

La palabra significa literalmente ‘comprensión’.

悟 (oh) en coreano.
satóri en japonés (del verbo satoru).
wù en chino.

En ocasiones se utiliza indistintamente con la palabra kenshou, pero ésta última hace referencia a la primera percepción de la naturaleza del Buda, o naturaleza verdadera, referida al despertar. Kenshou no es un estado permanente de iluminación, sino más bien un guiño puntual de la verdadera naturaleza de la existencia. El satori, por otra parte, se utiliza para referirse a la iluminación profunda o última. Se utiliza la palabra satori para referirse a los estados de iluminación de Gautama Buda y los patriarcas del budismo.

De acuerdo con D. T. Suzuki, el satori es la razón de ser del zen, sin la cual el zen es «no zen». Así, cada paso, cada matiz, tanto doctrinal como disciplinario es directamente hacia el Satori.

El término satori es también análogo al concepto de creatividad, en el sentido de que reconcilia oposiciones aparentes. También se conoce como el momento de descubrimiento (el «¡eureka!» de Arquímedes), que surge al clarificar una paradoja, que es el momento de catarsis o purificación.

Calendarios y Sistema de Cuenta Larga

Los Mayas mantuvieron registros exactos de los ciclos del tiempo, basados en los movimientos de los cuerpos celestes, la órbita de Venus y el paso del Árbol Maya –Origen de Toda la Vida- y el Universo, la Vía Láctea, en donde vivían los Señores Mayas. Los Mayas fueron matemáticos y astrónomos avanzados, quienes calculaban los ciclos de la luna y del sol. Debido a que estaban obsesionados con el tiempo, quizás creyeran que era sagrado, los Mayas siguieron una ruta casi fanática del tiempo.

¿Quizás usted haya escuchado que los Mayas tenían un calendario que era más exacto que el nuestro? ¿Cómo alcanzaron los Mayas esta gran proeza? Primero que todo, la concepción de un calendario es inexacta, ya que los Mayas tenían dos diferentes calendarios, que combinados producían un tercer elemento llamado el ciclo calendárico. Entender aún otro elemento, al cual nos referiremos como el Sistema de la Cuenta Larga, también es muy importante.

Si usted observa muy de cerca las estelas en Tikal, verá que muy a menudo las inscripciones comienzan con una fecha en el Sistema de la Cuenta Larga. Esta inscripción también es llamada la serie inicial, un sistema que cuenta el paso del tiempo continuamente desde una fecha de inicio. Ellos mantenían un perfecto conteo del tiempo, usando su sistema de la cuenta larga, combinando los dos diferentes calendarios arriba mencionados.

La Cuenta Larga inició en una fecha, hace alrededor de 5,000 años, 4 Ahau 8 Cumku, equivalente al 13 de agosto del año 3113 A.C. La cuenta larga usualmente es precedida por un Glifo Introductorio de la Serie Inicial, que anuncia que la cuenta empieza. El Glifo Introductorio está compuesto por un signo llamado Katún, de la deidad del mes y una superficie de tres señales rizadas... Algo muy importante para las vidas de los antiguos americanos, que pudo haber sucedido en el día que ha sido marcado como la fecha “cero”, la cual podría compararse con la fecha inicial de nuestro calendario Gregoriano: el nacimiento de Jesús de Nazareth.

Los Mayas llamaron Cuarta Creación a la era que inició hace 5,000 años en 4 Ahau 8 Cumku. Fechas que en el Sistema de la Cuenta Larga son expresadas como 5 números, separados por puntos, la primera posición indica cuántos baktunes han transcurrido desde la fecha inicial, la segunda, cuántos katunes, la tercera, cuántos tunes, la cuarta, cuántos uinales y la quinta, cuántos kines. El transcurso del tiempo desde 0.0.0.0.0 4 Ahau 8 Cumku está manifestado en unidades de tiempo, las cuales tienen la misma función que las nuestras. Los cinco períodos de tiempo empleados en las unidades de cuenta larga son mostrados en el siguiente cuadro, que esperamos podrá ayudarle a entender qué representa cada uno de éstos:

Baktún
20 katunes
144,000 días o alrededor de 400 años (394.52 de los nuestros)

Katún
20 Tunes
7,200 días o alrededor de 20 años (19.73 de los nuestros)

Tun
18 Uinales
360 días o alrededor de 1 año (menos 5 de uno de los nuestros)

Uinal
20 Kines
20 días o 1 mes Maya...

Kin
1 Día
24.017 horas

La Cuenta Larga (0.0.0.0.0) usualmente es seguida por un día en el Ciclo Sagrado (4 Ahau), también llamado el Tzolkin y luego un día en el Calendario Civil o Haab (8 Cumku), también conocido como “El Año Vago”. En el Ciclo Sagrado y en el Año Vago, usualmente los días se separaban por una notación de dioses rotativos correspondientes del Inframundo, una serie de 9 Dioses de la Noche. Esto puede compararse con los signos del zodíaco, es decir que podríamos describirlos como decoración con significado astrológico. Los dos días posiblemente también fueron separados por series lunares, las cuales expresaban la “edad” de la luna. Para Los Mayas las fases de la luna se expresan a través de seis diferentes fases de rotación de este cuerpo celeste (llamadas lunaciones) y no 4 como tenemos nosotros. Los Mayas indicaban si una lunación particular era de 29 o 30 días de longitud.

Empecemos con el Ciclo Sagrado, un calendario utilizado en adivinaciones. Fue llamado Tzolkin. Tenía 260 días, formados por una combinación de 20 nombres de días con números del 1 al 13, resultando 260 diferentes combinaciones de números y nombres, comparado con nuestras semanas de 7 días. Los Mayas tenían, semanas de 13 días, que combinaban con los nombres de los días, para un total de 20. Decimos, si hoy es miércoles, en 7 días será miércoles de nuevo. Cada día y cada mes tenían un nombre especial. Los nombres sagrados de los días del Calendario Tzolkin son:



Imix, Ik, Akbal, Kan, Chicchan, Cimi, Manik, Lamat, Muluk, Oc, Chuen, Eb, Ben, Ix, Men, Cib, Caban, Etznab, Cauac y Ahau. Así 1 Imix, 2 Ik, 3 Akbal, 4 Kan, 5 Chicchan, 6 Cimi, 7 Manik, 8 Lamat, 9 Muluk, 10 Oc, 11 Chuen, 12 Eb, 13 Ben, 1 Ix, 2 Men, 3 Cib, 4 Caban, 5 Etznab, 6 Cauac, 7 Ahau, 8 Imix, 9 Ik, 10 Akbal, 11 Kan, 12 Chicchan, 13 Cimi, 1 Manik, etc. hasta completar 260... en otras palabras, hasta un total de 20 nombres han sido combinados con los números del 1 al 13!!! Así, si hoy es 4 Ahau, de nuevo será 4 Ahau en 260 días (¡ahora cuenta como un día!)

A pesar de que es una concepción ampliamente sostenida, la noción de que los Mayas no utilizaron o conocieron la rueda, parece ser una equivocación. Su sistema de calendarización fue compuesto de ruedas, dando vueltas dentro de otras ruedas, el intricado mecanismo de la máquina del tiempo que conocemos y que no es muy simple. Para hacer las cosas todavía más complicadas, los Mayas modernos no hablan un dialecto puro, ya que lo mezclaron con los de otras personas que emigraron del México antiguo. Los nombres de estos días han cambiado a versiones más modernas de su lenguaje antiguo... El Año Nuevo Maya cae cada año en 8 Batz, que puede ser el equivalente a decir 8 Chuen... Si hoy es el Año Nuevo Maya, de nuevo será Año Nuevo dentro de 260 días y cada año cae en un día diferente de nuestro Calendario Gregoriano ¿Entendió?

El siguiente día importante en nuestro calendario vendría de la combinación y cambio de una serie de fechas que fueron observadas en el Calendario Civil llamado Haab, dividido en un período de 360 días, subdivididos en 18 “meses” de 20 días cada uno, y el “desafortunado” mes de 5 días llamado Uayeb que fuera agregado. Este también es conocido como el Año Vago, otro ciclo repetitivo de 365 días. Los días eran numerados del 0 al 19 y los días del “mes” Uayeb eran numerados del 0 al 4. Estos eran los “meses” del Año Vago:



Pop, Uo, Zip, Zotz, Zec, Xul, Yaxkin, Mol, Chen, Yax, Zac, Ceh, Mac, Kankin, Muan, Pax, Kayab, Cumku y Uayeb. Así la cuenta para los últimos 25 días de este ciclo sería algo como esto: 0 Cumku, 1 Cumku, 2 Cumku, 3 Cumku, 4 Cumku, 5 Cumku, 6 Cumku, 7 Cumku, 8 Cumku, 9 Cumku, 10 Cumku, 11 Cumku, 12 Cumku, 13 Cumku, 14 Cumku, 15 Cumku, 16 Cumku, 17 Cumku, 18 Cumku, 19 Cumku, 0 Uayeb, 1 Uayeb, 2 Uayeb, 3 Uayeb, 4 Uayeb, un nuevo ciclo iniciaría en 0 Pop, 1 Pop, 2 Pop, y así hasta 365 completar los 365 días. En otras palabras, los 18 nombres de los meses han sido combinados con números del 0 al 19, excepto para Uayeb, que sería combinado con números del 0 al 4. Así, si hoy es 8 Cumku, de nuevo sería 8 Cumku en 365 días, cuando inicie el “Año Nuevo Vago”.


Pero esto no es todo… Los tres calendarios descritos, el de la Cuenta Larga, el Tzolkin y el Haab, son combinados para formar un ciclo de 52 años, llamado el Calendario Circular. Un Calendario Circular incluye ambas partes, 4 Ahau, del Tzolkin y 8 Cumku del Haab. La misma combinación se repetirá de nuevo en 18,980 días o en exactamente 52 de nuestros años. Sin embargo, para determinar con precisión una fecha en el tiempo, debemos conocer la Fecha de la Cuenta Larga, expresando el número de Baktunes, Katunes, Tunes, Uinales y Kines, transcurridos desde la fecha cero y ser capaces de saber una fecha precisa! Estos son encontrados en fechas que usualmente están adjuntas a las inscripciones, llamadas las series secundarias o los números de la distancia.

Los Mayas no inventaron su calendario, así como los orígenes de su escritura, el nacimiento de su calendario pudo haberse originado en la Cultura Olmeca. Sin embargo, su precisión y el impresionante grado de avance es puramente responsabilidad de los Mayas. Hay otros elementos de la sintaxis Maya que necesariamente deben ser comprendidos para poder interpretar correctamente el concepto de movimiento y el concepto del tiempo en las escrituras Mayas. Estos son llamados Glifos Hel, que son acompañados por sus correspondientes números de distancia. Un Glifo Hel se proyecta a eventos históricos ya sea pasados o futuros, requieren de una interdicción para poder leer una corta cláusula independiente, la cual se refiere a ascensos al trono de algún gobernante, relativas al carácter central de una línea familiar, pero usualmente se refieren a un marco específico de tiempo dentro de un texto. El carácter central, contando la historia, puede usar un Glifo Hel y decir “En el año 3,113 A.C. mis ancestros estuvieron presentes, durante la Creación del Mundo”, tal como el Señor Kan Jabalí indica en la Estela 10 de Tikal, legitimando su linaje. El Glifo Hel podría usarse para hacer una profecía, tal y como se ha visto en las escrituras del Chilaam Balaam de Chumayel, más a menudo, quizá, el carácter central que ellos usaran para referirse a si mismos y los logros de sus familiares y ancestros, como cláusulas independientes, dando un contenido narrativo completo a lo largo del texto.

La Actitud Positiva


Extraídas del libro "Un Don Especial", de Rob McBride (disponible en español y en inglés), quien a través de Facebook muy amablemente quiso compartir su libro conmigo y que resultó un gran tesoro el que descubrí a través de sus páginas, hoy comparto con ustedes las reflexiones de Juan José Sánchez, el personaje central de su libro, que aparecen al final y que tienen que ver con una de las premisas que describen a mi blog, la ACTITUD POSITIVA.

Juan José Sánchez, un muchacho que al inicio del libro cuenta con 14 años de edad, protagoniza una historia en parte ficción y en parte real, donde destaca el valor que tiene la actitud positiva en la consecución de las obras más importantes de nuestra vida. Cuando al final ya tiene hasta un nieto, Juan José nos deja estas valiosas reflexiones que se refieren a siete principios que debemos aplicar en nuestra vida y que están contenidos en la ACTITUD POSITIVA, a saber:

A cción

C onfianza

T enacidad

I niciativa

T olerancia

U tilidad

D eseo

Así, José Sánchez nos transmite lo siguiente: La ACTITUD POSITIVA genera un efecto exponencial en nuestras vidas y es clave para lograr cualquier objetivo que nos tracemos. Integrar cada uno de estos principios a nuestra cotidianidad es lo que nos permitirá mantener siempre una actitud positiva y entusiasta, y disfrutar de esta aventura llamada vida.

Una actitud positiva nos da la fuerza necesaria para enfrentar los retos, problemas y desafíos que la vida nos pone en frente. Y precisamente uno de los desafíos más difíciles que enfrentamos es el de mantenernos positivos ante situaciones difíciles. Así como un árbol necesita del viento para crecer fuerte y san, los seres humanos necesitamos desafíos y retos para poder progresar, y don los momentos difíciles los que definen y moldean nuestro carácter.
Cuando vemos una situación difícil como un desafío o reto, la vemos desde otra perspectiva, una perspectiva de vencer, conquistar y superar, y ello nos lleva a encontrar las respuestas y soluciones.

Tratemos de ver siempre el vaso medio lleno y no medio vacío, encontremos en cada dificultad u obstáculo una oportunidad para crecer y hacernos más fuertes.

La Gratitud


Dicen que de todos los sentimientos humanos la gratitud es el más efímero de todos. Y no deja de haber algo de cierto en ello. El saber agradecer es un valor en el que pocas veces se piensa. Ya nuestras abuelas y antiguos proverbios nos lo decían: "De gente bien nacida es ser agradecida". Para algunos es muy fácil dar las "gracias" por los pequeños servicios cotidianos que recibimos, el desayuno, ropa limpia, la oficina aseada... Pero no siempre es así.

Ser agradecido es más que saber pronunciar unas palabras de forma mecánica. La gratitud es aquella actitud que nace del corazón en aprecio a lo que alguien más ha hecho por nosotros. La gratitud no significa "devolver el favor": Si alguien me sirve una taza de café no significa que después debo servir a la misma persona una taza y quedar iguales... El agradecimiento no es pagar una deuda, es reconocer la generosidad ajena, y poder hacer algo después por esa persona de corazón, como dice el dicho: "Hoy por ti, mañana por mi".

La persona agradecida busca tener otras atenciones con las personas, no pensando en "pagar" por el beneficio recibido, sino en devolver la muestra de afecto o cuidado que tuvo. ¿Has notado como los niños agradecen los obsequios de sus padres? Lo hacen con una sonrisa, un abrazo y un beso. ¿De que otra manera podría agradecer y corresponder unos niños? Y con eso, a los padres les basta. Las muestras de afecto son una forma visible de agradecimiento; la gratitud nace por la actitud que tuvo la persona, más que por el bien o beneficio recibido.

Conocemos personas a quienes tenemos especial estima, preferencia o cariño por "todo" lo que nos han dado: padres, abuelos, maestros, cónyuge, amigos, jefes... El motivo de nuestro agradecimiento se debe al "desinterés" que tuvieron a pesar del cansancio y la rutina. Nos dieron su tiempo, o su cuidado.


Nuestro agradecimiento debe surgir de un corazón grande.

No siempre contamos con la presencia de alguien conocido para salir de un apuro, resolver un percance o un pequeño accidente. ¡Cómo agradecemos que alguien abra la puerta del auto para colocar las cajas que llevamos o nos ayude a bajar la compra del mercado, nos ofrezca su hogar, o nos auxilie si tenemos que cambiar un caucho averiado!

El camino para vivir el valor del agradecimiento tiene algunas notas características que implican:

- Reconocer en los demás el esfuerzo por servir

- Acostumbrarnos a dar las gracias

- Tener pequeños detalles de atención con todas las personas: acomodar una silla, ayudar a cruzar la calle a un anciano, abrir la puerta, servir un café, poner los cubiertos en la mesa, devolver una sonrisa o dar un saludo cordial...

La persona que más sirve es la que sabe ser más agradecida.

"Servir es un placer" - Mahatma Gandhi