viernes, 24 de julio de 2009

La energía de los cristales

Los cristales de cuarzo nos ayudan ya que son agentes transmisores y receptores de energía. Su utilización se remonta a miles de años y de nuevo al empezar esta Era de Acuario, se nos ofrecen como una valiosa ayuda a nuestra disposición.

Desde su presencia nos hablan. Su lenguaje es la belleza y la sabiduría que está oculta en su interior y que emanan sutilmente.
Son la base de la tecnología electrónica en nuestro mundo materialista y mecanizado y también se utilizan en curaciones energéticas y en nuevas terapias que, con sorprendentes resultados, están dándose a conocer.
La amatista es la piedra de la transmutación, su color y su composición energética están relacionados con la transformación de lo negativo en positivo, de las vibraciones groseras en sutiles. Suben lo inferior a lo más alto y acercan lo superior a lo más denso.
Tienen mucho que ver con el perdón y la misericordia y provocan sentimientos relacionados con esta sublime vibración.
Su presencia en un lugar cambia el ambiente y absorbe las energías negativas, llegando a romperse cuando estas son muy fuertes. Es una piedra protectora, perteneciente a la familia del cuarzo.
El cristal de cuarzo amplifica las propiedades cristalinas en el cuerpo, que están localizadas en las células salinas, sistema circulatorio, sistema nervioso y glándula pineal. Balancea la energía positiva y negativa (ying-yang) porque es andrógino. Ayuda a asimilar la fuerza de la vida en el cuerpo, los miasmas se eliminan y todos los nutrientes se asimilan con mayor facilidad.
Sirve de protección de todo tipo de radiación, sus propiedades piezoeléctricas le permiten amplificar, transformar, almacenar, focalizar y transferir energías; por ejemplo una pequeña lámina de cuarzo en un microcircuito, aumenta una señal eléctrica en micrófonos, amplificadores, microcircuitos de computadores, etc. Es la gema más útil y versátil del reino mineral, resuena fuertemente con el flujo de las energías cósmicas y actúa como punto focal para recibir energías cósmicas, trasformarlas y retransmitirlas. Está conectado con las octavas infinitas de luz; es como si la luz pura se hubiera cristalizado.
¿Cómo limpiarlo?- Meter el cristal en un recipiente con agua de mar o agua con sal marina durante 24 horas; o enterrarlo en tierra de 2 a 7 días.- Poner bajo agua fría corriente sosteniéndolo con ambas manos por un minuto mientras se visualiza bañado de Luz.- Respirar profundamente sosteniéndolo con ambas manos, retener la respiración y exhalar rápidamente sobre el cristal, sintiendo que se limpia (repetir varias veces).
El cristal de cuarzo es objeto de poder por excelencia. Los chamanes de América lo llaman "roca viva" y lo utilizan entre otras cosas para transmitir energías sanadoras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario